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La preciosa historia de The Quiet Man

  • Foto del escritor: Carolo López-Quesada
    Carolo López-Quesada
  • hace 5 horas
  • 2 Min. de lectura

Hoy estaba viendo en televisión la película “The Quiet Man”, y les quiero recordar este artículo que escribí hace ya bastantes años.

En 1.952, el excepcional cineasta John Ford, creó una de las películas que más me han gustado en toda mi vida. Las personas que la hayan visto creo que la recordarán.

La película estaba basada en una historia corta de Maurice Walsh, llamada “Saturday Evening Post “ (1.933). Esta gran obra de arte tiene todo: actores, fotografía, paisajes, guion, director, caballos, católicos, protestantes, pub, peleas….. la Irlanda profunda, arcaica y costumbrista de un momento muy determinado, en contraposición con la Norteamérica pujante.

Sean Thornton (John Wayne), Mary Kate Danaher (Maureen O’Hara), Will Danaher (Victor McLaglen) y Michaleen Oge Flynn (Barry Fitzgerald), compusieron un extraordinario reparto , para una excelente dirección.

Vamos a lo nuestro, los caballos.

En la película se rodó una preciosa escena de carreras de caballos por el campo; no podía ser de otra manera. Irlanda es la tierra del caballo. La verdadera historia hípica de esta película es la siguiente:

La carrera de caballos la filmaron seis conjuntos; los nombres reales de los caballos fueron Silvertail, Erin  Go Bragh, The Blackbird, Peggy, John’s Olive y Canadian Stream.

Los caballos fueron todos alquilados a un importante comerciante de caballos de la zona. Uno de los caballos alquilados, del que no he sido capaz de recuperar su nombre original, en una de las primeras escenas sufrió dentro del agua una importante sección en un tendón de una mano. El veterinario que trató al caballo, recomendó sacrificarlo. Los productores de la película se pusieron en contacto con el dueño de los caballos para explicarle todo lo ocurrido y asegurarle que cobraría la totalidad del valor del caballo.

Joe Fair, propietario de los caballos, decidió esperar a la opinión de un segundo veterinario; éste, le recomendó que dejara el caballo en el prado un año, a ver si se recuperaba en el campo irlandés. Todos los miembros del rodaje se pusieron tremendamente contentos, ante la decisión de “no sacrificar“ al caballo lesionado y decidieron “rebautizarle“ con el nombre de la película que estaban rodando, “The Quiet Man“.

Montado por el jinete irlandés, John Daly, el caballo se recuperó a plena satisfacción y comenzó a ganar importantes concursos hípicos nacionales. El caballo ganó una importante prueba en el Concurso Internacional de Dublín y el ejército italiano decidió adquirirle.

En 1.955, en el Dublin Horse Show, el equipo italiano necesitaba un recorrido sin faltas en la segunda vuelta para ganar la Copa de Naciones de Dublín. El caballo que salía a la pista era “The Quiet Man“ (Raimondo D’Inzeo); su recorrido sin faltas consiguió hacer que Italia ganara la Copa de Naciones.



Posteriormente este caballo ganó pruebas internacionales en los CSIO de Aachen, Niza, Roma, Ginebra, Madrid, Londres, Dublín…

 Fue el dominador de todas las pruebas de Potencia de toda Europa durante algunos años.

En las fotografías que vemos hoy, podemos observar las facultades de The Quiet Man, su energía y su eternidad.

Cuando ganaba The Quiet Man, no ganaba Raimondo D’Inzeo; ganaba el cine, ganaba John Ford, ganaba John Wayne también.

Esto sólo podía producirse en Irlanda…

Carolo López-Quesada


 
 
 
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