Uno de los grandes caballos de la historia: Meteor
- Carolo López-Quesada
- 26 jun
- 2 Min. de lectura
Uno de los caballos del studbook Holsteiner más carismáticos de todos los tiempos ha sido Meteor. Sus propietarios, Willy Brandt y el Comité Olímpico Alemán posteriormente, tuvieron uno de los mejores caballos de concurso hípico que jamás se haya criado en Alemania en sus tiempos.
Con Elke Brandt, consiguió ganar el Gran Premio de Berlín; viendo el auténtico potencial futuro de este caballo, tomaron la determinación de entregárselo a un gran jinete del momento: Fritz Thiedemann.

Hijo de Diskus, ganó por el mundo entero; Gobernador Civil en Madrid, Copa del Rey Jorge V en Inglaterra, Derby de Hamburgo, Gran Premio de Aachen CSIO, Trofeo Sandro Bertonni en Aachen, Potencia de Roma, Grandes Premios de Toronto, Harrisbourg y Nueva York, Prince of Wales Cup, Potencia de Niza, Gran Premio de Ostende, Copas de naciones de máximo nivel…
En las verdaderas y grandes citas, sus resultados fueron realmente sorprendentes: su longevidad y su fortaleza a prueba de lesiones le llevaron a competir en tres Juegos Olímpicos diferentes, Helsinki 52, Estocolmo 56 y Roma 60.
En el 52 obtuvo una medalla de bronce individual; en el 56 un cuarto puesto individual y un oro por equipos, y en Roma 60, obtuvo un oro por equipos además de un meritorio sexto puesto. Creo que ha habido poquísimos caballos a lo largo de la historia que hayan competido en tres Olimpiadas (tendría que revisar algún caso más), pero lo que es seguro es que ninguno lo ha hecho con un tercero, un cuarto y un sexto puesto a nivel individual.
En el Campeonato del Mundo de Aachen 1.956, estuvo tercero; una medalla de bronce mundial que remataba su potencial internacional, para posteriormente en 1.958, ganar el Campeonato de Europa de Aachen a nivel individual.
Fritz Thiedemann era un hombre de caballos; tanto es así, que incluso participó en algunos Juegos Olímpicos en la disciplina de doma.
Los que recuerdan al caballo haberle visto saltar, siempre hablan de su poder y su estabilidad; bien es verdad, que Thiedemann era de la escuela germana del orden, el método y la disciplina.
Un auténtico “Meteoro “ de la leyenda.
Carolo López-Quesada
Comentarios