Menos al principio puede ser más al final
- Carolo López-Quesada
- 8 abr
- 1 Min. de lectura
Donatello D’Auge, el caballo que hace pocas fechas ganaba la Final de la Copa del Mundo, no corrió ni a 4 ni a 5 años.
A 6 años saltó seis pruebas en Francia, en Deauville, Notre Dame D’Estrees y St. Lo.
A 7 años corrió a nivel nacional en Francia 29 pruebas, llegando a saltar algunas de ellas a 1,30, mientras que el resto fueron de 1,20 y 1,25.

En la temporada de sus 8 años ya apareció en competición internacional montado por Severin Sigaud, donde hacía algunos Grandes Premios Internacionales de dos estrellas, estando tercero en el Gran Premio de St. Lo** de final de temporada.
Con 9 años comenzó a competir en Oliva con Susana García Cereceda, con la que corrió algunas pruebas de 1,40, para en el mes de marzo ya comenzar a competir con Julien Epaillard.
Desde entonces ya conocen su historia: una Final de la Copa del Mundo en su haber, más los Grandes Premios de cinco estrellas de Monte Carlos Global, St. Tropez Global, Basilea Copa del Mundo, Burdeos, Ámsterdam Copa del Mundo, y Barcelona Copa de la Reina CSIO, además de haber ganado los Grandes Premios de Bourg en Bresse****, Macon Chaintre****, St. Tropez****, St. Lo***, Royan***-2, St. Lo**, y la Copa de Naciones de Rotterdam CSIO*****.
Es obvio que el caballo es un grandísimo competidor, y que Julien es uno de los más grandes jinetes de la actualidad, pero no se olviden que sus primeros años fueron con el “pistón bajo” a nivel de competición. De no saltar en exceso en los primeros años, parece que nunca se confunde uno…
Carolo López-Quesada
Comments