El resultado de ayer de Eduardo Álvarez Aznar con Rokfeller de Pleville (19 años) al ganar el Gran Premio de Rabat Global***** puede considerarse épico, rayando en lo que una epopeya de ese caballo podría elevarse a su mejor exponente. Un resultado-ciclón, de uno de los más grandes caballos que han defendido los colores del equipo español en los últimos tiempos.
Espero y deseo que Eduardo tena en el futuro caballos que tengan una carrera deportiva prodigiosa, pero “Rocky” siempre será el CABALLO DE SU VIDA.
A lo largo de su dilatada carrera internacional, Rockefeller de Pleville ha tomado parte en dos Juegos Olímpicos, dos Campeonatos del Mundo, tres Campeonatos de Europa, y dos Finales de Copa del Mundo (con un 6º y un 8º), lo que nos hace ver la envergadura prodigiosa de este especial animal.
Entre sus grandes victorias aparecen los Grandes Premios de Zurich Copa del Mundo *****, Rabat Global*****, Madrid CSIO***, Oliva***, la Copa de Naciones de Barcelona CSIO***** (Final de consolación), la gran prueba de equipos de la Global Champions League de Praga, amén de victorias en París*****, Roma Global***** o Vilamoura****.
Entre sus grandes segundos lugares aparecen los Grandes Premios de Madrid Global*****, Doha*****, Gran Premio de Europa de Aachen CSIO*****, Sariego***, Vejer de la Frontera*** y Oliva**.
Sus grandes terceros lugares han sido en los Grandes Premios de Estoril Global*****, Madrid Global *****, Méjico Global*****, St. Tropez Global*****, Copa de la Reina de Barcelona CSIO*****, Mons Ghlin****, Burdeos Copa del Mundo*****, Vilamoura , y las Copas de Naciones de Roma CSIO***, Falsterbo CSIO***** y Rotterdam CSIO*****.

“Rocky” ha hecho para España Copas de Naciones como las de Roma, Falsterbo, Rotterdam, Dublín, La Baule-3, Lummen y Barcelona, y en total ha hecho 12 recorridos sin penalidades que yo haya podido encontrar.
Más allá de los resultados de este especial animal, “Rocky” ha tenido toda la vida un alma de gigante; él pensaba que era mucho más gigante de lo que él mismo podía imaginar de potro, y Eduardo le dio el convencimiento necesario para agigantar su corazón hasta llegar a convertirse en un binomio “adorado” por el mundo entero.
Para entender bien a este caballo, hay que utilizar la técnica de lo que decía Don Jacinto Benavente en Los Intereses Creados: “El autor sólo pide que aniñéis cuanto sea posible vuestro espíritu. El mundo está ya viejo y chochea; el Arte no se resigna a envejecer, y por parecer niño finge balbuceos. . . Y he aquí cómo estos viejos polichinelas pretenden hoy divertiros con sus niñerías”. “Rocky” sigue siendo un gran Niño.
Simplemente un Grandísimo Caballo de Concurso Hípico, y si Dios quiere todavía nos ofrecerá algún resultado de máxima importancia…
Carolo López-Quesada
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